Ruta aventurera
Salimos a las 9 de la mañana de la Plaza de la Iglesia sin rumbo fijo. Sólo buscamos amparo del fuerte viento.
Aparcamos junto a los campos de fútbol de Atamaria y pasamos junto al control y cruzamos junto a la urbanización hasta llegar a la falda del monte y seguimos por la derecha hasta llegar a la rambla la carrasquilla; la cruzamos y seguimos por el camino en ascenso que hay a la izquierda que nos llevará a la casa Duran.
Esta casa está muy bien conservada pero la falta de lluvia tiene el jardín y los alrededores un poco abandonados.
Desayunamos en la escalera y podemos ver algunas plantas en el tejado, el nacimiento de un geranio en un trozo de madera de la barandilla y un nido en el techo que no es de golondrina.
Seguimos ascendiendo y nos encontramos dos ciclistas que nos sorprenden que bajen por lo escarpado de la senda.
También nos encontramos a unos amigos que vienen de Portman.
Llegamos a la carretera de las cenizas y nos encontramos a mi Tio Pepe que va en busca de una orquídea y a mi Tía un poco más abajo y que decide acompañarnos hasta abajo y esperar allí a mi Tío.
Volvemos por las casas de las Cenizas y mi prima Pepita nos recuerda como cuando era una niña iba por esos montes a recoger leña y José el Cenicero, les reñía.
Hemos visto varias clases de orquídeas y otras plantas que están empezando a florecer y si el refrán es cierto dice así: Marzo ventoso y Abril lluvioso hacen de Mayo florido y hermoso. Por ahora, Marzo es muy ventoso.
Feliz semana
