SÁBADO 9 DE
NOVIEMBRE DE 2013
Recorrido:
4 km
Tiempo:
2,45 horas
Dificultad:
alta
Comenzamos
la subida al Monte Miral desde un camino que se inicia a
unos 300 metros a la derecha de éste
teniendo como referencia el Monasterio de San Ginés de la Jara. La
información de la ruta y guía del comienzo de ésta ha sido de Miguel Ángel
Carrasco conocedor de este paraje que ha hecho todo lo posible por acompañarnos
hasta donde ha podido; desde aquí le damos las gracias por el interés que ha
tenido.
Hay muchos pozos con motivo de los trabajos de la sierra minera de Cartagena-La Unión y algunos de ellos no tienen brocal por lo cual hay que ser muy prudentes.
Hay una gran variedad de vegetación como: esparto, palmeras, tomillo, olivardilla, romero y otras muchas; con alguna escasez de agua porque en esta zona no suele llover mucho.
Estepa
Tanto la subida como la bajada
son muy abruptas y un tanto peligrosas. El pequeño grupo ha tenido algunos
percances como: resbalones, arañazos y rasgones en la ropa pero al final todo
ha quedado en anécdotas. Hemos subido un grupo reducido por la dificultad que
ya de antemano nos imaginábamos.
Cebollana
Alzabara o pitera
Lapiedra
Cueva próxima a la ermita de San Juan Bautista (sexta ermita)
Hay muchos pozos con motivo de los trabajos de la sierra minera de Cartagena-La Unión y algunos de ellos no tienen brocal por lo cual hay que ser muy prudentes.
Hay una gran variedad de vegetación como: esparto, palmeras, tomillo, olivardilla, romero y otras muchas; con alguna escasez de agua porque en esta zona no suele llover mucho.
En
éste paraje existieron nueve ermitas y hemos podido contemplar las ruinas de
seis de ellas, edificadas en los siglos
XV y XVIII que se le atribuyen al Monasterio de San
Ginés de la Jara. Estas ermitas estaban
consagradas a cada Santo con su nombre y fue lugar de meditación y retiro del
convento.
La ermita más popular llamada de los Ángeles fue construida según la tradición por el propio ermitaño San Ginés de la Jara ayudado por los Ángeles; de ahí su nombre, cerca del lugar de penitencia; en el centro de ésta cuentan que existían dos huecos atribuidos al roce de las rodillas de San Ginés durante sus rezos. Este Santo fue martirizado por confesar abiertamente su fe. Aún se puede apreciar el anagrama de AVE MARÍA en lo que debió ser su fachada principal y una pequeña capilla con un arco que aún se conservan restos de pinturas.
Hay una serie de pinturas en color negro sobre fondo claro y la imagen de San Ginés entre otros en el interior del templo desde medias paredes hacia abajo y desde medias paredes hacia arriba formando una cúpula hay una serie de pinturas con dibujos que parecen hojas o una especie de nubes en color amarillo. En las demás ermitas sólo hemos podido contemplar parte de sus estructuras y otras en estado un tanto ruinoso. Pero aún así ha sido una experiencia bonita al contemplarlas de cerca e imaginar lo que serían en tiempo pasado.
La ermita más popular llamada de los Ángeles fue construida según la tradición por el propio ermitaño San Ginés de la Jara ayudado por los Ángeles; de ahí su nombre, cerca del lugar de penitencia; en el centro de ésta cuentan que existían dos huecos atribuidos al roce de las rodillas de San Ginés durante sus rezos. Este Santo fue martirizado por confesar abiertamente su fe. Aún se puede apreciar el anagrama de AVE MARÍA en lo que debió ser su fachada principal y una pequeña capilla con un arco que aún se conservan restos de pinturas.
Hay una serie de pinturas en color negro sobre fondo claro y la imagen de San Ginés entre otros en el interior del templo desde medias paredes hacia abajo y desde medias paredes hacia arriba formando una cúpula hay una serie de pinturas con dibujos que parecen hojas o una especie de nubes en color amarillo. En las demás ermitas sólo hemos podido contemplar parte de sus estructuras y otras en estado un tanto ruinoso. Pero aún así ha sido una experiencia bonita al contemplarlas de cerca e imaginar lo que serían en tiempo pasado.
Cañería para regar el campo del Monasterio
Con
una futura restauración de éstas y junto con el Monasterio de San Ginés de la
Jara podríamos contemplar su gran valor
histórico. En estos parajes se celebraban romerías que venían de Cartagena y
comarca y hace algunos años que se reanudaron éstas. Esperemos que algún día no
demasiado tarde podamos ver restaurado este conjunto.
Tomasa Martínez
Huertas.
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